El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó ayer una ampliación de las sanciones contra Corea del Norte, con la meta de ahogar aún más su comercio con el mundo exterior. Los expertos en la materia coincidieron en que se trata del conjunto más amplio de medidas económicas punitivas promulgadas por Estados Unidos en muchos años.
La orden ejecutiva busca impedir el acceso del régimen de Kim Jong-un al sistema bancario internacional, a la vez que ataca sus principales industrias y el transporte marítimo. La meta es seguir aplicando presión económica antes de recurrir a la acción militar, a pesar de amenazar con “destruir totalmente Corea del Norte” si los Estados Unidos o sus aliados fueran atacados.
La acción se produjo en medio de noticias –no confirmadas oficialmente- de que el banco central de China había dado instrucciones a los bancos del país de no hacer nuevos negocios con Corea del Norte y de liquidar préstamos, en concordancia con las sanciones de las Naciones Unidas. Esto es realmente novedoso, ya que China es el principal socio económico de Pyongyang.