Donald Trump definitivamente decidió involucrarse en el conflicto entre Israel y Palestina como mediador. Mientras que durante la campaña y en los inicios de su gestión se mostró muy afín a la postura de Israel, desde hace algunas semanas empezó a mostrarse más conciliador, al punto que recibió en Estados Unidos al líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
Tras dicho encuentro, Trump afirmo públicamente que se ofrecía a mediar entre ambas partes, para encontrar una solución mutuamente satisfactoria. En dicha línea, el Secretario de Estado, Rex Tillerson, aseguró que Trump está reconsiderando la posibilidad de mudar la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, lo que Palestina consideraba una provocación, ya que Jerusalén es una de las ciudades en disputa. Concretamente Tillerson afirmó que Trump “ha adoptado una postura de deliberación para entender el problema en sí mismo, escuchando a todas las partes interesadas en la región, y entendiendo qué impacto tendría este movimiento en el contexto de una iniciativa de paz”.
De esta manera, Estados Unidos hace un nuevo guiño a Palestina, pero fundamentalmente a la comunidad internacional, que reclamaba el involucramiento de Estados Unidos como mediador y no como apoyo de la postura de Israel.
Leer más: Haaretz / El Nuevo Herald.