El presidente electo de Estados Unidos es noticia con cada medida o declaración. Ahora, deslizó la posibilidad de dejar de lado la postura oficial de Washington durante los últimos 40 años sobre el reconocimiento de Taiwan. Trump afirmó que “no se siente atado” a la posición de una sola China. Cabe destacar que Trump tuvo una comunicación con la líder de Taiwan, Tsai Ing-wen, episodio que disparó la tensión en Pekin.
Hasta el momento, Estados Unidos se manejó bajo la teoría de “una sola China”, evitando reconocer formalmente a Taiwan aunque manteniendo vínculos informales con Taipei. Un eventual cambio de política exterior de Estados Unidos en este sentido obligará a reconfigurar todo el tablero geopolítico en Asia y sin duda alguna generará tensión con Pekin, que tendrá sus consecuencias no solo en el ámbito diplomático, sino también en el político y especialmente en el económico.
Habrá que ver qué pasa luego del 20 de enero. Pero por lo pronto, Donald Trump parece dispuesto a patear el tablero en lo que hace a política exterior: su acercamiento con Rusia y el alejamiento de China así lo marcan.
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