Hace algunos días Donald Trump presentó una segunda versión de su polémico veto migratorio, apenas más suave que el primero. La reacción de la opinión pública y la dirigencia política poco varió de la inicial. Varios estados presentaron demandas contra la medida y dos jueces federales, de Maryland y de Hawai, decidieron bloquearla.
Este freno se da apenas algunas horas antes de que la norma entrara en vigencia y supone un nuevo fracaso de Trump por imponer medidas contrarias a los ideales que la Constitución de Estados Unidos defiende.