Era esperable. El paro de 24 horas con movilización convocado por la oposición venezolana estaba condenado a tener un destino trágico. La muerte de cuatro manifestantes y la detención de casi cuatro centenares de personas en enfrentamientos con la policía así lo corroboran.
La oposición buscó con este paro sumar presión al presidente Nicolás Maduro para evitar la Asamblea Constituyente que viene impulsando desde hace meses, con la que aspira a mantenerse en el poder. Desde la organización de la movilización, hubo hasta júbilo por el éxito de la medida, a la que le asignaron un 85% de acatamiento. Desde el oficialismo, el presidente Maduro la minimizó y destacó que las 700 empresas más importantes del país no se sumaron al paro. Lo más grave es que la oposición ya anunció que este fue el primero de varios paros que realizará en la previa de la elección de asambleístas prevista para el próximo 30 de julio.
Por estas horas, en la cumbre del Mercosur que se realiza en Mendoza, Argentina, los presidentes del bloque están analizando seriamente la posibilidad de suspender definitivamente a Venezuela como miembro del bloque si Maduro no da marcha atrás con la Asamblea Constituyente. Todo parece indicar que Maduro jamás tomará esa decisión, porque de tomarla no tendría mucha opción más que comenzar a consensuar su salida del gobierno.
Leer más: El Universal / BBC.