Si bien Bashar al-Ásad ya anunció la recuperación definitiva de Alepo, nuevas acusaciones mutuas entre el gobierno sirio y los rebeldes generaron una nueva suspensión de las tareas de evacuación de la ciudad siria donde se libró la batalla más importante entre al-Ásad y los insurgentes sirios. Mientras el gobierno señala que los rebeldes secuestraron civiles para tomarlos como rehenes, los insurgentes redoblan la apuesta y afirman que fue el régimen sirio quien secuestró a 800 civiles.
La confirmación de esta situación la da la Organización Mundial de la Salud, organismo que instó a todas las organizaciones y rescatistas que se encuentran desempeñando tareas de evacuación a abandonar la zona.
Por su parte, Turquía, otro actor del conflicto, anunció la construcción de un campamento para evacuados en el norte de Siria, con capacidad para recibir a casi cien mil personas.