Más de 80 personas fallecieron luego de que aviones atacaran con armas químicas la localidad de Jan Seijun, en el norte de Siria. No está claro aún quién perpetró el ataque, pero todas las versiones apuntan a Al Asad.
Según la mayor parte de la comunidad internacional, con las potencias occidentales a la cabeza, el responsable es el régimen de al Asad. En este sentido, el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, dijo que «no hay duda sobre la responsabilidad del régimen de Damasco, del régimen sirio». En la misa línea se movieron Donald Trump y el ministro de Relaciones Exteriores británico. Por su parte, Rusia, aliado de Siria en la guerra que lleva ya seis años, aseguró que fueron aviones sirios los que bombardearon la zona, aunque intentó matizar su afirmación sugiriendo que Al Asad instruyó a sus fuerzas para bombardear talleres en los que los rebeldes se dedicaban a fabricar armas químicas, y que eso fue lo que produjo la dispersión de los materiales.
El uso de armas químicas está vetado por un acuerdo firmado por Al Asad en 2013, por lo cual este episodio constituiría una violación a dicho convenio.